miércoles, 25 de octubre de 2017

Confesiones a la luz de la luna


La luna ha sido siempre objeto de numerosas leyendas, se convirtió en objeto del deseo de la humanidad que alcanzó a pisarla en 1.969, quizá fue sólo un andar de puntillas sobre esa gran esfera de luz, una forma de demostrar que la fuerza del hombre está por encima de todas las leyes naturales, aunque sea fugazmente.

Y bueno aunque admiro esta tenacidad de los humanos de establecer su supremacía sobre el universo, en el fondo sigo siendo una romántica, que cada vez que hay luna llena limpia sus piedras y las pone bajo su luz para que se llenen de energía y ..... Os confieso algo que me encanta hacer cada verano, aprovecho para salir al balcón y sentarme a tomar "baños de luna". 

En uno de estos momentos agarré papel y lápiz y escribí una larga carta, una misiva con destinatario pero sin matasellos, tan sólo confié en que el influjo de la "Luz de luna" lo llevara a quien correspondía y se que no estaba en los brazos de Morfeo, porque tengo la carta manuscrita como testigo. También puedo afirmar que llegó, ¿fue el "Hechizo la Luna"  que no pudo negarse a la decisión con que escribí mis palabras? Cada vez estoy más segura que así fue, porque cuando nuestros escritos suenan sinceros y salen del corazón, no hay límites ni fronteras para ellos, atraviesan mares, muros, montañas y cualquier obstáculo que se pueda interponer.

También se que llegaron porque hubo respuesta, por suerte esa persona reaccionó y hoy está en el camino y justo en el sitio que tiene que estar, y por lo que se feliz. Así que volveré a hacerlo una y otra vez, y si te apetece te invito a hacerlo porque es una experiencia lunar.






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