miércoles, 18 de noviembre de 2020

El 19 del 11

 Yo nací un día como hoy, 19 de noviembre de 1972, el año es irrepetible y me sirve para aumentar en un número mi edad en cada vuelta al sol. Por eso me centraré en el 19 y el 11. Muchos de vosotros habreis oido hablar de las sincronicidades, si observamos con atención nuestro día a día, las encontraremos en muchos de los acontencimientos que vivimos. 

En mi caso llevo años constatando que cada día miro el reloj a las 19 y 11, da igual la época del año. Es automático y desde que he sido consciente he buscado su simbología en la numerología, he investigado los sucesos del año 1.911 y tras diferentes indagaciones y suposiciones, caí en la cuenta que yo nací un 19 del 11. Y como Arquímedes cuando descubrió su famoso principio exclamé: "¡Eureka!"  ya tiene sentido para mí, si todos al venir tenemos un propósito, el ver una y otra vez estos números sólo eran un recordatorio de que viviera en coherencia con lo que soy y para lo que he venido.

Porqué nací el día 19 del mes 11 soy escorpio, un signo de agua, vine ya entrada la noche oscura, como las aguas subterráneas que corren bajo nuestros píes en pos de una salida, una grieta por dónde colarse, quizá buscando la luz del sol, nací en domigo, día dedicado al astro rey. Y eso ya marcó el inicio, sólo una puntualización más, decidí anunciar mi llegada cuando mi madre celebraba su cumpleaños, así que otro motivo más para vivir en alegría.

Porqué nací el día 19 del mes 11, este blog nació como un proyecto personal, corría el verano de 2017, en un momento en el que una parte de mis fluidos se había estancado https://mariposasaletean.blogspot.com/2019/05/aguas-estancadas.html. Y en ese momento decidí que tenía "Algo que contar" y que si durante mucho tiempo había construido mi crisálida, ahora estaba lista para desplegar mis alas y transformarme en Mariposa que Aletea, en esta entrada contaba como se completaba el ciclo https://mariposasaletean.blogspot.com/2018/12/un-circulo-perfecto.html. 

Porqué nací el día 19 del mes 11, vengo con un destino escrito y el libre albedrío para tomar mis decisiones, a veces elijo caminos escarpados, otros sendero llanos, más todos son parte de mi y lo que soy, https://mariposasaletean.blogspot.com/2017/07/el-sendero.html.

Porque nací el día 19 del mes 11, la cocina es un punto de inflexión en mi vida. El chup-chup del agua y la transición de los alimentos, me lleva a la relajación absoluta, que me hace escoger los mejores ingredientes y aunque te lo cuente da igual, cada uno tiene su propia receta  https://mariposasaletean.blogspot.com/2017/08/la-receta-de-cada-uno.html.

Porque nací el día 19 del mes 11, me embarqué en un proyecto colaborativo https://mariposasaletean.blogspot.com/2018/02/compartir-para-crecer.html

Porqué nací el día 19 del mes 11, emprendí un viaje a Irlanda, toda una aventura, diría que el viaje que le daba sentido a toda una vida en búsqueda de respuestas, ahora que la vela que de allí me traje se ha consumido sólo me queda decir Gracias, https://mariposasaletean.blogspot.com/2019/02/un-destino-poderoso.html.

Porque nací el día 19 del mes 11, mi vida personal se entrelaza con la profesional, crea perfectas figuras geométricas que simulan la flor de la vida, semillas para una nueva cosecha. https://mariposasaletean.blogspot.com/2019/04/semillas-para-la-vida.html

Y con esto poco a poco vamos llegando al fin de esta entrada. La llegada de esta nueva ronda solar coincide también con el final de este blog, como decía, un proyecto personal con fecha de inicio, hitos, entregables, y sobre todo cargado de un gran aprendizaje para comenzar la siguiente aventura https://mariposasaletean.blogspot.com/2019/12/escogiendo-el-baston-de-mando.html

Sopesé durante un rato incluir nombres, y finalmente he decidido no hacerlo, con este son 62 post dónde habéis tenido todos cabida, que cada cual se reconozca, en una letra, una fotografía, una descripción. No quería dejarme a nadie atrás porque todos sois piezas esenciales en mi vida https://mariposasaletean.blogspot.com/2019/11/luces-y-accion.html

Porque yo nací el día 19 del mes 11, desde mi origen digo:

¡¡¡¡¡¡Gracias!!!!!!!   


 

 


domingo, 22 de marzo de 2020

Agua y emociones en cascada


Durante mi visita a la Cascada Glencar, 
Condado de Sligo (Irlanda) lugar dónde 
el poeta W.B. Yeats solía ir para encontrar inspiración
Al despertarme hoy, y tras agradecer un nuevo día, lo siguiente que he hecho es comprobar la fecha: 22 de marzo, domingo. Y seguimos celebrando: dos efemérides vienen a mi cabeza, el Día del Agua y el cumpleaños de mi querida Yoli, así que voy a poner mi intención en escribir algo que los ensalce como merecen. 
Hoy celebramos el día Internacional del Agua, ese maravilloso elemento que es fuente de vida, tan necesario para la supervivencia; el cuerpo humano está formado por un 60% de agua, el cerebro necesita un 70%, la sangre un 80% y los pulmones se componen de un 90% de agua. 
Nuestro planeta está compuesto por una gran cantidad de agua: salada y dulce, en forma de hielo, mares, ríos, manantiales, en la superficie y subterráneas. El suelo necesita agua, las semillas necesitan ser regadas para obtener los nutrientes, el alimento que les permita crecer. 
Tanto es así que dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible el elemento Agua tiene dos ODS específicos: el Reto 6 Agua Limpia y Saneamiento y el Reto 14 Conservación de Mares y Océanos.
Desde el momento que somos conscientes de la existencia de este documento comienza nuestro particular granito de arena para contribuir a los mismos, porque esto no es solo cosa de los gobiernos y organizaciones internacionales, es trabajo de todos conseguir que las metas propuestas sean una realidad alcanzable.
El agua no sólo es un elemento de la naturaleza, sino que desde el punto de vista espiritual, tiene una gran significado. La asimilamos con el fluir de la vida, al igual que los ríos, las mareas, los acontecimientos tienen su propio devenir, van y vienen junto a los pensamientos a su antojo. A veces se quedan dentro de nosotros estancados, otras se van tan rápidos que se nos escurren de las manos.
Aunque sus propiedades físicas la despojan de sabor, olor y color, lo cierto es que su uso en la literatura la ha dotado de bellos atributos: Ojos azules, limpios y cristalinos como el mar, con ello nos referimos a una mirada limpia. Saborear su piel salada tras un baño en el mar, ha dado mucho de sí en el argumento de películas y novelas y su olor..... Algo muy característico para los que nacimos en un puerto de mar. 
Y así de la mano de la literatura cual pequeño río serpenteo en mi memoria hasta Jorge Manrique y sus Coplas a la muerte de su padre, con una parte de ellas rindo tributo a mi prima que en un día como hoy estaría celebrando una nueva vuelta al sol.

Copla III

Nuestra vida son los ríos
que van a dar en la mar,
qu´es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar 
e consumir; 
allí los ríos caudales, 
allí los otros medianos 
e mas chicos; 
allegados, son iguales
los que viven por sus manos
e los ricos

Me quedo de toda la obra con esta copla, porque utiliza como metáfora el agua y sus cualidades para explicar la efimeridad de la vida y como todos somos iguales cuando llega el final, y porque en vez de utilizar el llanto y la pena, en el fondo nos anima a aprovechar cada momento de nuestra existencia. El lugar de destino es el mismo para todos, así que de nosotros depende el enfoque que decidamos darle, podemos convertir nuestro paso por este mundo en un valle de lágrimas, podemos pasar ocultos bajo el suelo, sin apenas ser notados y podemos ser arroyo que proviene del deshielo de las cumbres montañosas.
Ella pasó dejando un ejemplo de valentía y arrojo ante lo que le toco vivir, cuando estaba bien era la primera que se pintaba el ojo y a la calle, dejó hacer a la ciencia probando todo tipo de tratamientos, y se trazó una meta que pudo ver cumplida al final de sus días. La elegimos como madrina de nuestra hija pequeña, a sabiendas de que empezaba a tener una fecha fin en esta vida, y aún sí decidimos que su impronta quedara en la pila de bautismo.
Desde estas líneas mi respeto al agua fuente de nuestra vida y a todos los que hoy, 22 de marzo de 2020, están celebrando su inicio de ronda solar.
Y por supuesto #yomequedoencasa apostando por la vida y por el futuro.
 

domingo, 15 de marzo de 2020

Recuerdos de niña

Sintiendo los latidos del corazón
Si tuvieras que destacar algo de tu infancia ¿Qué sería? ¿un olor? ¿una canción? ¿una serie?, puedes elegirlos todos porque …….. ¿Qué es nuestro pasado sino un conjunto de sensaciones que a modo de ráfaga nos llegan y nos transportan caprichosamente hacia atrás para devolvernos al presente? 
Os contaré que recuerdos tengo yo y cómo me llegan, las castañas, cada vez que veo un puesto, y ya quedan pocos, me recreo en el olor al humo, en la textura, en como se tiznan mis deditos mientras las estoy pelando, y por fin llego al fruto, pequeño, rugoso y carnoso que me encanta masticar. Las castañas marcan el inicio de noviembre y el día de todos los Santos.
Y claro he mencionado la palabra mágica, porque ese día me gusta comer los tradicionales Huesos de Santo, no sabría decir exactamente la receta, si recuerdo que llevan mucho azúcar y que me encantaba comerlos en casa de mis abuelos, ahora los encarga mi padre.
El potaje de bacalao en Viernes Santo, en ese momento no me apetecía nada comerme el guiso recién levantada, ahora lo hecho de menos, imagino que no la elaboración, porque ahora mismo está accesible a todos, más bien son las manos que lo hacían y la forma de sentarnos a la mesa.
Y tras muchos meses con esta entrada bloqueada sin saber cómo continuarla, hoy por encuentro como retomarla. Estamos en el día 2 del confinamiento, activado desde la CARM y Gobierno Central, para unidos poder vencer esta situación. Y ahora que soy madre, me preocupo, o más bien me ocupo de mis hijas y de mis mayores, a los que llevo ya varios días sin ir a verlos, por temor a que les pase algo.
Es entonces cuando más recuerdo la expresión de miedo y preocupación de mis abuelos y tía abuela, cuando el golpe de estado del 23F. Entonces no era un tema de salud pública, eran otras cuestiones. Y aunque sólo duró una noche, las despensas se abastecieron y las mentes se preparaban  para lo que pensaban estaba por venir. Y es que el miedo y los pensamientos son libres, el primero nos paraliza, los segundos campan a sus anchas dejándonos en ocasiones en tierra de nadie y a merced del viento que sople más fuerte.
Me reconozco en el supermercado con una mezcla de estupor, asombro y al mismo tiempo apresuramiento por comprar, y aunque intento mantener la calma, los siglos de experiencias familiares pasadas, me hacen dudar y coger la primera bandeja de carne que veo cerca, en casa ya pensaré como lo cocino. Lo importante es tenerlo. Salgo de mi letargo y me digo esto no puede estar pasando, es el siglo XXI, la campanilla con la llegada de un mail me devuelve a la realidad, claro es el año 2020, ¡sorpresa!  son las instrucciones de mi jefa para teletrabajar, porque no podemos salir de casa.
Un nuevo recuerdo viene a mi mente esta vez es mi padre, enseñándonos a nadar, y dándonos las instrucciones sobre como bañarnos, nos decía mirar al mar, el tiene su propio código, igual que vosotros tiene días muy buenos en los que os regala su azul y unas aguas cristalinas, más también hay días malos en el mes, en estos se revuelve con rabia y al igual que un corazón ennegrecido sus aguas se tornan de un verde oscuro. En esos momentos respetar su enfado y dejarlo pasar, sólo serán unos días de levante hasta que todo vuelva a la normalidad. Sed prudentes y responsables, contemplarlo en la distancia, leyendo un buen libro o comiendo un helado, el también se amansará.
Así que con estos recuerdos que escribo hoy, me quedo, porque encierran mucha sabiduría y me calman en este domingo 15 de marzo de 2020.... y aunque mi mente intenta sacarme de esta paz preguntando ¿Cómo recordarán mis hijas estos días? Con palmas, el himno de España en el barrio y un bombardeo de mensajes en las redes sociales, aunque lo más importante #nosotrosnosquedamosencasa y #juntospodemos.
 

lunes, 20 de enero de 2020

El lugar que habitas

Tras la firme apuesta de volver a los ruedos, hecha a modo de declaración institucional en Luces y acción y la elección del bastón de mando y las características del personaje principal, esta entrada la voy a dedicar a los escenarios que elegimos o aquellos entre los que transcurre nuestra vida que a modo de reloj del tiempo va cayendo grano a grano, hasta que llega un momento que toma velocidad y vemos cómo se escurre a toda prisa.
De la casa a la oficina, pasando por el coche y viceversa, así transcurre mi día a día, hasta que me paro a analizar el lugar dónde estoy y sobre todo a saber si ese es realmente mi sitio.
Lo primero que hago es sentir si de verdad estoy dónde debería estar, y la respuesta que viene a mi cabeza es un sí, condicionado este a: un bueno depende, a veces si y a veces no. ¿Qué hace que se de esta condición? Pues la mayoría de veces, mi emoción, la forma en que afronto la vida es la que hace que se cumpla esta afirmación.
Como empecé a enamorarme de mi casa, es una historia digna de ser contada, en principio este no era para nada el lugar y el destino elegido, quería vivir más en el centro, en lo que yo consideraba era la zona apropiada para estar, y llegue a vivir en ese lugar que soñaba, de alquiler, dejando pasar la oportunidad de comprar una casa para reformar, precisamente allí, aunque todo esto tiene una explicación.
De jovencita vivía en esa zona céntrica, y como mis amigas vivían en otros barrios, deseaba poder acercarme más a ellas, dependía de autobuses y de sus horarios, así que formulaba deseos del tipo, me gustaría vivir más cerca, mi vida hubiera sido distinta.... Si alguien me hubiera contado en ese momento: cuidado con lo que piensas o afina en tus deseos que se cumplen, esta película tendría hoy otro nombre. 
La cuestión es que tras pasar por tres casas, llegue a la que actualmente habito, un lugar que linda con la zona que deseaba en mi juventud, aunque no en mi edad adulta. Rondé la zona unos años antes, y como no me decidí, tuve un periplo de compras, ventas y alquiler, para finalmente acabar dónde soñaba con 16 años. Ahora esto me sirve para decirle a mis hijas formular bien vuestros deseos porque a veces una nota discordante puede llevarte mucho tiempo que suene bien.
En los primeros años y con tres bebes, no tenía tiempo de sentirla mía, era un techo y punto. Ese sentimiento se mantuvo durante mucho tiempo, los mismos que deambulaba como un fantasma solo concentrada en horarios, actividades extraescolares, deberes, comidas y cenas. El sillón era territorio comanche, juguetes, muñecas, todos campaban a sus anchas, los programas de la tele una prolongación de Disney Channel, y así cada día hasta el momento del click, ese en el que te descubres en el espejo y decides que tu también cuentas, y empiezas a ver el lugar en el que habitas con todas sus posibilidades.
Y descubres cada rincón y las posibilidades que ofrece, te olvidas un tanto de la ubicación exterior, porque las paredes que te rodean empiezan a importarte. Con las habitaciones de las niñas convertidas en sus reinos, empiezas a ordenar estanterías de las zonas comunes, primero porque tienes una cantidad de papeles inservibles, luego porque te ayudan a liberarte de opresiones, escuchas de la boca de un amigo: "cada mudanza equivale a un incendio" y por supuesto yo no quiero llegar a ese punto así que manos a la obra para darle un nuevo uso a lámparas, libros y demás objetos que me han acompañado durante este periplo.
Miras con otros ojos ese mantel, que antes casi no se distinguía bajo una pila de no se que... para descubrir que tiene un color que te encanta, y es en ese momento cuando siento que no necesito más metros, que amo cada losa y cada centímetro de pared, porque es el lugar que me da cobijo y es el hogar sobre el que estoy escribiendo mi historia junto a mi familia. Que me ha costado varios capítulos entenderlo, aunque creo le he pillado el truco. No tengo claro que sea mi casa definitiva, tampoco lo era cuando empecé a buscar piso, lo que si sé es que es el sitio desde donde escribo: mi presente. Y que hoy en día disponer de estos metros es un regalo de agradecer.
Para finalizar no quiero dejar pasar mi agradecimiento a los vecinos del tercero B sin los que la vida en el vecindario, y en general, no sería la misma.
 

miércoles, 8 de enero de 2020

Personajes en acción

Todavía con resaca de villancicos, luces que parpadean en los balcones, pegatinas y nieve a medio quitar en las ventanas, árboles de Navidad que permanecen en los salones hasta San Antón, que pascuas son, y por supuesto de comidas. 

Me siento hoy sabiendo que al final he dado con mi vara de mando, esta se vino conmigo mientras paseaba por la montaña hace unos días, en realidad fueron dos las que eligieron formar parte de mi espacio personal en casa. Las acepté como símbolo de aquello que escribía al final de 2019.
Prosiguiendo con esa trama a la que estoy dando forma, me toca desmenuzar como quiero que sea mi personaje. Varias ideas me rondan la cabeza, ¿lo haré a mi imagen y semejanza o por el contrario fantasearé con lo que siempre quise ser? 
Me remango y manos a la obra, deseo un personaje que sea lo más de carne y hueso posible, que respire y sienta como el aire entra y sale de su cuerpo, que perciba los colores y la belleza de aquello que le rodea y que además consiga darle a su cristalino un toque de luz en cada mirada. Que sus cabellos sean de verdad antenas que la conecten con su universo más cercano y que sus orejas además de lucir bellos pendientes sean receptoras de confesiones; que su boca además de paladear, lo amargo y dulce, sea eco de hermosas palabras provenientes de su yo más interno.
Que su cuello sea una extensión camino del corazón, un sendero por el que transitar hasta el pecho, lugar este dónde los angostos recovecos han de ser transformados en cuevas luminosas por las que el agua pueda corretear con facilidad.
Sus manos serán a su vez una prolongación de aquello que siente, porque le permitirán darle forma a través de la escritura y las manualidades, así que tiene unos dedos largos, adornados la mayoría de los días por un aro denominado anillo, elegido este cuidadosamente entre una gran colección. Piedras de colores, formas geométricas y distintos metales cumplen cada día su función de acompañamiento.
De piernas tiene columnas, pilares en los que sostenerse que de forma voluptuosa la acompañan en su diario caminar, entre sus propósitos de año nuevo rebajar un tanto su volumen, porque ya no necesita que nada le de soporte. 
Y terminando de escribir esto me levanto y contemplo mi imagen ante el espejo, me devuelve aquello que quiero ser. Me doy cuenta del gran poder que tenemos a la hora de crear nuestra fisonomía, puedo verme joven y sin arrugas, si así lo deseo, o cómo entro en años en un chasquido, reina o plebeya, todo esta a mi alcance, tan sólo tengo que desear ser quien soy. Inspiro y soltando el aire dejo que escape aquello que no me pertenece, despojándome de la piel que a modo de abrigo me recubría hasta hacerme invisible, porque ya no la necesito.

domingo, 22 de diciembre de 2019

Escogiendo el bastón de mando

La tortuga representa un animal sabio,
 que acumula cientos de experiencias 
bajo su caparazón y que avanza lenta aunque segura,
sorteando las barreras que encuentra a su paso.
Esto no es un modelo nuevo, tampoco pretendo romper el mercado, sólo darle un giro al blog que me acompaña desde 2017. Porque tras estos 800 días, más o menos, han sucedido infinidad de acontecimientos, conversaciones, roces, caricias, besos, abrazos, sueños, viajes, todo ellos con un denominador común, han sido compartidos. Entremedias, como el que despierta de un largo letargo, también ha habido ratitos conmigo misma, en silencio y con conciencia.
Así que para 2020, me propongo un nuevo reto, nada más desafiante como proponerte algo a ti misma, porque sino lo cumplo, una vocecita sobre mi hombro me lo recordará.
Imagino un horizonte, colorido y sin meta, que invita a ser recorrido, convirtiendo cada paso que doy en una historia a crear, en la que poder profundizar y que no se quedé en pinceladas sueltas. 
Voy a imaginar cada entrada del blog como una pieza de patchwork, para ello me voy a ayudar de mi gran memoria, ejercitada durante este tiempo, que hace asociaciones de formar rápida. 
Hasta ahora iba eligiendo los temas en función de mis experiencias y en este nuevo año intentaré cada domingo contar que me ha pasado esa semana y que me ha hecho dar un giro a cómo entendía una situación, o como se ha desmontando una creencia.
Porque de eso trata este nuevo hito que he marcado en mi vida, deconstruir las limitaciones que de forma consciente o inconsciente me he impuesto. Esta es la forma en que he decidido convertirme en creadora de mis experiencias no en modo espectadora. Tras largos años de estudio es el momento de empezar a practicar lo aprendido.

Ayudándome de herramientas

Como buena directora de orquesta, voy a empezar por hacerme con una varita, que en forma de batuta orquestará los movimientos. ¿Qué puede ser? Se trata de algo que apoye mis movimientos con decisión, dándole forma a todo ese conocimiento adquirido y almacenado. Es como dar acceso a la gran biblioteca de mi vida, en la que los tomos almacenados están deseando ser desempolvados y están esperando a que con el plumero limpies una a una las estanterías.
Voy empezando a visualizar una característica común, un instrumento alargado que tanto magos, como directores de orquesta, limpiadores, alpinistas, recolectores de olivas y manzanas... también escritores con los lápices, usan para apoyarse en su caminar. En definitiva un bastón de mando que a modo de muleta te acompaña en el avance. Mary Poppins usaba su paraguas y las mejores brujitas su escoba.
Lanzo esta pregunta al aire... a la espera de que me llegue la respuesta, intuyo que esta bien puede ser: usa en cada momento aquello que necesitas para la misión que emprendes.
Por cierto si lees esta entrada hasta el final ¿Cuál es tu recurso/bastón que usas para avanzar?
 

miércoles, 6 de noviembre de 2019

Luces y acción

….. Empezaba a escribir esta entrada a finales de octubre de 2019

Lagrimas de primera y lagrimas de segunda, cómo los actores, da igual que cosas te sucedan en la vida, no tienen que ser grandes dramas, ni catástrofes, cada uno reaccionamos como podemos antes los diferentes hechos de la vida, y hay veces que como los días de lluvia, uno simplemente tiene ganas de descargar, y abre el grifo.
Y al igual que reacciono ante gigantes, intentando una y otra vez que las personas entiendan que me está pasando, y no hay manera, decido cambiar de táctica. Y entonces pasa que esta vez voy muy magullada, no porque el golpe haya sido el más fuerte, solo que esta vez me ha dolido mucho.
La consecuencia no se ha hecho esperar y mi portátil cual extensión de mi cuerpo se ha roto, bueno más bien ha echado las cortinas. En realidad intenté cerrar el ordenador sin darme cuenta que había dejado un bolígrafo dentro de el, así que cuando volví a abrirlo, me encontré con una pantalla negra, sólo se veía una esquinita de la fotografía de la misma.
Parecía el escenario de un teatro, con las cortinas cerradas y uno de los actores asomándose por ellas para ver a los espectadores.
Y este es queridos el motivo por el que he permanecido todos estos días sin escribir, eso y porque he tenido que lamerme las heridas, tomar aire y vuelta a empezar.
En realidad estaba intentando entender porque me había pasado esto del portátil, y creo que lo tengo, en realidad me han dejado unos días de silencio, para que pudiera decidir que nuevo personaje deseo interpretar en la obra que es mi vida.
Como llevo ya unas cuantas entradas desde 2017, no recuerdo si os he comentado que durante mis años de instituto fui parte del grupo de teatro del centro, IES Juan Sebastián Elcano. En los cuatro años que allí pasé interpreté y fui parte de unas 8 obras, di vida a alrededor de 12 personajes distintos y disfruté todos y cada uno de ellos.
Volviendo a estos años y viendo mi vida actual, me preguntó ¿Qué personaje me gustaría interpretar? Tras repasar las ofertas parece que esta vez me voy a decantar por el de directora, me apetece tomar la batuta y ser yo la que decida por dónde seguir en cada momento.
Manejar los hilos y cortar aquellos que me oprimen o me hacen daño, aquellos que se han quedado cortos o que ya casi no se pueden mover. A estos últimos les presentaré mis respetos y los dejaré descansar porque ya cumplieron su papel.
Y tras la despedida de aquellos que me atan a todo lo que ya he superado, subiré de nuevo al escenario para gritar: " Arriba el telón, empiezo a actuar o mejor a vivir".