sábado, 28 de octubre de 2017

Señales en el camino

Hoy voy a escribir de algo que me encanta y es descubrir las pistas que el universo pone a nuestro alrededor para confirmarnos que estamos en lo que tenemos que hacer o a veces, sólo nos pone trabas para que podamos cambiar de proceder y dar un giro hacia otra parte.
Estas señales están para todos sólo que el día a día nos arrastra de tal forma que no somos capaces de notarlas, sólo cuando nos paramos y entrenamos un poco empezamos a percibir que no estamos solos y que cuidan de nosotros.
Se trata de pequeños detalles, a mí me llegan en forma de llamada telefónica, mensajes de WhatsApp, encontrarme con alguien, el nombre de una persona anónima que me evoca a otra , una película, un episodio de mi serie favorita en la que mencionan un poema especial para mi desde que lo encontré, The Road not taken de Robert Frost (este inciso es para recomendarlo), y así podría poneros un sinfín de ejemplos, sólo tenemos que estar atentos y vivir conscientemente.
Pero que palabro acabo de escribir "conscientemente",  y es que la práctica de yoga y un curso de mindfulness, te hablan de vivir y de saborear cada cosa y momento porque son únicos y no dejar que se pase eso que llamamos la vida sin enterarnos, que cada minuto cuente, de eso se trata esta historia que es la mía, es la tuya.
Recuerdo cuando una amiga tras una ruptura me dijo: ¿En que momento me han bajado del tren sin enterarme? ¿Cómo me han podido sacar así de la película?
En ese momento no supe que decirle, y ahora con mucho años pasados creo que empiezo a comprender, que somos los protagonistas y que nadie salvo nosotros mismos nos puede arrebatar el papel de estelar de nuestra historia. Y eso me conduce a bajar los pies a la tierra, a sentir las raíces y a cuidar como nuestro tallo crece, a vivir las estaciones, los días, la luz del sol, el soplo del viento, la escarcha de la noche, cada cosa que nos sucede como algo único y emocionante. Nos llegará de todo, tendremos altibajos, temas que preferiremos bordear hasta sortearlos, y se intercalarán los momentos, contarlos significará que estamos vivos .
Y dicho esto os dejo con mi señal favorita que son las plumas, me encanta saludarlas cuando aparecen en mi camino, me hacen sentirme segura de que alguien ahí arriba, llámalo cielo, universo...cuida de mí y me protege, las veo de todo tipo, blancas, negras, más finas, gruesas. Todas me valen y me devuelven la ilusión de creer que estoy en el camino y en definitiva ¡viva!


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