domingo, 24 de marzo de 2019

Arte, recuerdo y vivencias

Cartagena amanecía ayer bajo una inmensa nube gris que vaciaba su contenido en forma de fina lluvia. La tierra y todos los que sobre ella habitamos lo agradecimos, pues llevábamos mucho tiempo sin recibir su visita. Pensé en los arbolitos y todas aquellas nuevas plantas que estaban viendo la luz en esta recién estrenada primavera y me alegré por ellas, de alguna forma con agua es cómo recibimos en muchas culturas a nuestros recién llegados, todo apunta a un buen comienzo de la estación. En este punto diré que para muchos de nosotros, los del sur, ver llover es sinónimo de parar porque igual que estamos acostumbrados a los rayos del astro rey, el agua nos gusta en forma de mar. Aprovecho también este momento para poner mi corazón y mi pensamiento en mi familia gallega ellos si pueden contarnos eso de la lluvia como se lleva.
Prosigo que no es una entrada dedicada a la lluvia lo que tenía planeado para esta semana. 
Como plan de sábado le había prometido a una de mis hijas llevarla a hacer unas compras, a cambio de que ella me acompañara a la visita guiada que Belén Orta (BON), artista cartagenera, iba a realizar para presentarnos su último proyecto,  ya con vida propia, en el Palacio Consistorial de la Trimilenaria. 
El título prometía Tensiones en los Estereotipos: roles tradicionales. Apoyada por el Ayuntamiento de Cartagena y la Concejalía de Igualdad esta experiencia es parte de la intensa campaña sensibilización que se está realizando para conocer el rol de la mujer en diferentes especialidades.
En este caso y puesto en boca de la artista y creadora de Cartagena, su objetivo era abordar el papel de la mujer en el arte desde una nueva perspectiva. Para ello ha escogido obras sobradamente conocidas por  el público general y que están creadas por hombres, con su perspectiva masculina y las ha visto desde su óptica de mujer, mostrando una realidad diferente: la suya propia.
Arrancamos el circuito en El Venus de la Concha, símbolo de lo nuevo que está naciendo y se abre paso, en ella la escultora nos abrió su corazón contándonos porque utiliza páginas de libros forrando la misma. Casi sin querer, y mientras la escuchaba, me transporte a mi infancia y recordé a mi titica Antonia, una mujer amante de la literatura, pese a las circunstancias, y que me inculcó ese amor por las letras ya que decía que podía ver la chispa encendida sobre mi tras la lectura de un buen libro.
Me dejé llevar y volví a esos veranos en los que escribía cuentos con mi vecina Mamen. Yo escribía y ella ponía las ilustraciones. Así fue hasta la adolescencia, en la que cerré esta ventana para dar paso a otras vivencias y senderos.
En este punto estaba cuando llegamos a La Creación, en ella Belén ha recreado el cuerpo de una mujer con el vientre un tanto abultado, y esto me devolvió a ese camino elegido y que tantas alegrías me da: la maternidad.
Continuo mi recuerdo de la exposición con la foto que aparece al comienzo de esta entrada La Pensadora, una visión femenina del archi conocido Pensador de Rodin. La he elegido porque me encantó la figura original y me gusta esta nueva visión y porque al igual que el resto de la colección incorpora un elemento que ha sido centro de mi vida desde que tengo conocimiento: los libros.
La red comenzaba a tomar forma en mi cabeza, la lluvia, nuevas visiones, ver caras conocidas de ayer y hoy, mi Rosica, durante la visita y.....  faltaba "la frase", el lema con el que Belén definió  este encuentro con el arte " Yo no soy la musa, soy la artista". En el momento que la escuché sabía que había calado hondo, y es que a cada uno las obras de arte nos hablan de una forma distinta.
Pensé en este blog y en los pequeños momentos semanales que dedico a darle forma hasta que el domingo busco ese espacio para mí y me pongo a manos a la obra. Concluí que me gustaba escribir sobre mi forma de ver la vida y que en este caso yo soy mi musa y mi propia artista.
Así es como pasamos por este camino, siendo protagonistas y a la vez creadores de las situaciones y de nuestras vivencias.
Nuestro cuerpo nos viene dado como un molde, en el que el ADN juega su papel estelar, aunque es cierto que nosotros luego decidimos como esculpir la materia: músculos, un michelín aquí o allá, cambiamos el color de pelo, su forma y tamaño; y de la misma forma que cambiamos el físico también podemos cultivar nuestra mente decidiendo que tipo de pensamientos albergar en ella. Llevando la metáfora al mundo de las flores, y porque estamos en primavera, diremos que esta es una especie híbrida y ornamental de alegres colores obtenida de una especie silvestre la Viola tricolor hortensis. Al igual que conseguimos estas variedades podemos elegir la forma en que enfocamos la vida y nuestro pasear por ella.
¡Feliz semana!


2 comentarios:

  1. Me siento muy afortunada de que mi obra inspirase estas palabras tan bellas y sentidas. Muchísimas gracias por acompañarme y por transportarme también a mi infancia. Hermosos recuerdos!!

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  2. Con este artículo, yo, sin haber ido a la exposición, ya empiezo a sentir que las obras me transmiten algo. Habrá que ir!

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