La
oscuridad de la noche contrasta con las noches en vela. El silencio que se
apodera del momento choca con los ruidos de la mente. El manto que todo lo
cubre deja al descubierto nuestros miedos más íntimos. Cerramos los ojos y
abrimos la puerta de los sueños. Amanece y despertamos a los sonidos, a la luz,
en ese instante nuestro cerebro descansa ya no está solo.
Microrrelato sobre la noche
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